^Bad*Tr1P|
Ese dia me encontraba solo, aislado de todo movimiento, casi inerte dentro de aquellas paredes. Llevaba casi 4 dias ahi... La comida era limitada, y eran casi 12 horas sin probar bocado alguno.
La luz entraba a la habitacion por unas ranuras mal selladas provenientes de la ventana. Aquella escasa luminocidad me permitia conocer un poco el ambiente en que me encontraba; el piso enmohecido, las paredes eran de concreto con algunos grafitis extraños, que aunque familiares, no era capaz de identificar su origen. Sobre mi cabeza lograba divisar algunas vigas putrefactas, desde donde pendia la cadena que me esclavisaba, una cadena antigua y pesada, unida a mi muñeca a unos 2 metros de altura, me mantenian en una incomoda posicion, todos mis musculos ya atrofiados por la incomoda posicion, comenzaban a transformarse en laviles masas llenas de oscuros hematomas, originados por la escases de movimiento. Mi mano alzada ya no era capas de mover ni la fibra mas sencible.
Fue ya hacia el mediodia de aquel 4to dia en que ya la desesperacion controlaba mis acciones; aquellas etapas de miedo, dolor, hambre, angustia, se habia transformado en un estado de ultimatum en que, ya con dificultad, me impedian oir bien lo que ocurria a mi alrededor. Las voces a mi alrededor eran cada vez mas debiles, aunque aquellas conversaciones que dirimian sobre mi futuro ya no lograban asustarme, luego de lo ya vivido hasta aquel minuto la muerte me sonaba como alegres melodias entonadas por bellas dulcineas que lograban embriagarme de su losania. Sin embargo ya hacia la una de la tarde aproximadamente volvia a comenzar aquella interminable ronda de preguntas. Preguntas bastante inquicidoras que nunca pude responder pues mis captores me confundian estoy seguro, aunque creo no les interesaba mucho dar con la persona correcta, solo tenian la obligacion de atrapar a alguien quizas, buscar un chivo expiatorio para alguna de sus actividades. Sin embrago este dia las preguntas fueron distintas, quizas mi incapacidad de concentrarme les hizo comprender que no duraria mucho tiempo en ese estado. El mas viejo de ellos, quizas unos 35 años, de vestimenta formal y colores oscuros, ordena mi desencadenacion, fue en aquel minuto cuando pude volver a alzar mi mirada, un apice de esperanza me ayudo mirar a la cara a aquellos individuos. Al liberar mi muñeca, cai deliberadamente al piso, mis piernas ya no eran capaces de sostener mi languido cuerpo, mi muñeca estaba dañada, quizas fracturada, no podria asegurar nada, pues mi nivel sensorial no me permitia sacar tales conclusiones. Luego de una breve discusion fui sentado en una silla y atado de manos y pies nuevamente, fue en aquel minto en que senti el crugir de mis huesos, mi muñeca se encontraba realmente fracturada, pero el dolor en aquellos momentos ya se encontraba tan apasiguado, sin embargo en cualquier minuto llegaria mi final. Uno de los hombres tomo una especie de jeringa e intento clavarme un brazo, hize un esfuerzo por evadir aquella extraña accion. Otro sujeto me golpeo la cabeza, estuve a un centimetro de desvanecerme, me sujetaron fuertemente y no fui capaz de evadirlo esta vez, un liquido espezo comenzo a ingresar lenta y dolorosamente por mi vena, en instantes comenze a perder el control de mi cuerpo, convulciones comenzaron a aparecer por todo mi cuerpo desde mis pies ya atrofiados hasta mis dedos y mi espalda, miles de formas y sonidos albergaron mi cuerpo, una extraña calma comenzo a llenar todos mis pensamientos, luego un silencio, imagenes bizarras inundan mi cabeza. Un silencio, tu voz, la luz... Hemos aterrizado, el viaje termino, por fin este extraño viaje termino, este mal viaje.
La luz entraba a la habitacion por unas ranuras mal selladas provenientes de la ventana. Aquella escasa luminocidad me permitia conocer un poco el ambiente en que me encontraba; el piso enmohecido, las paredes eran de concreto con algunos grafitis extraños, que aunque familiares, no era capaz de identificar su origen. Sobre mi cabeza lograba divisar algunas vigas putrefactas, desde donde pendia la cadena que me esclavisaba, una cadena antigua y pesada, unida a mi muñeca a unos 2 metros de altura, me mantenian en una incomoda posicion, todos mis musculos ya atrofiados por la incomoda posicion, comenzaban a transformarse en laviles masas llenas de oscuros hematomas, originados por la escases de movimiento. Mi mano alzada ya no era capas de mover ni la fibra mas sencible.
Fue ya hacia el mediodia de aquel 4to dia en que ya la desesperacion controlaba mis acciones; aquellas etapas de miedo, dolor, hambre, angustia, se habia transformado en un estado de ultimatum en que, ya con dificultad, me impedian oir bien lo que ocurria a mi alrededor. Las voces a mi alrededor eran cada vez mas debiles, aunque aquellas conversaciones que dirimian sobre mi futuro ya no lograban asustarme, luego de lo ya vivido hasta aquel minuto la muerte me sonaba como alegres melodias entonadas por bellas dulcineas que lograban embriagarme de su losania. Sin embargo ya hacia la una de la tarde aproximadamente volvia a comenzar aquella interminable ronda de preguntas. Preguntas bastante inquicidoras que nunca pude responder pues mis captores me confundian estoy seguro, aunque creo no les interesaba mucho dar con la persona correcta, solo tenian la obligacion de atrapar a alguien quizas, buscar un chivo expiatorio para alguna de sus actividades. Sin embrago este dia las preguntas fueron distintas, quizas mi incapacidad de concentrarme les hizo comprender que no duraria mucho tiempo en ese estado. El mas viejo de ellos, quizas unos 35 años, de vestimenta formal y colores oscuros, ordena mi desencadenacion, fue en aquel minuto cuando pude volver a alzar mi mirada, un apice de esperanza me ayudo mirar a la cara a aquellos individuos. Al liberar mi muñeca, cai deliberadamente al piso, mis piernas ya no eran capaces de sostener mi languido cuerpo, mi muñeca estaba dañada, quizas fracturada, no podria asegurar nada, pues mi nivel sensorial no me permitia sacar tales conclusiones. Luego de una breve discusion fui sentado en una silla y atado de manos y pies nuevamente, fue en aquel minto en que senti el crugir de mis huesos, mi muñeca se encontraba realmente fracturada, pero el dolor en aquellos momentos ya se encontraba tan apasiguado, sin embargo en cualquier minuto llegaria mi final. Uno de los hombres tomo una especie de jeringa e intento clavarme un brazo, hize un esfuerzo por evadir aquella extraña accion. Otro sujeto me golpeo la cabeza, estuve a un centimetro de desvanecerme, me sujetaron fuertemente y no fui capaz de evadirlo esta vez, un liquido espezo comenzo a ingresar lenta y dolorosamente por mi vena, en instantes comenze a perder el control de mi cuerpo, convulciones comenzaron a aparecer por todo mi cuerpo desde mis pies ya atrofiados hasta mis dedos y mi espalda, miles de formas y sonidos albergaron mi cuerpo, una extraña calma comenzo a llenar todos mis pensamientos, luego un silencio, imagenes bizarras inundan mi cabeza. Un silencio, tu voz, la luz... Hemos aterrizado, el viaje termino, por fin este extraño viaje termino, este mal viaje.
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