Las Escleras De La Gente Alteran A Diario Todo Sentido De Hermosura Y Devoción.

martes, noviembre 7

Escritos de un final



Hoy no escribo para nadie, no espero respuesta aunque otras veces esperaba aùn a sabiendas que no la iba a recibir. Un sobre sin reverso, ni destinatario. Se me hecha encima el desencanto. Tristeza de pensar que todo aquello que construyo se vuelve añicos, pierde fuerza, se difumina con el tiempo. Me canso, me pesa el corazón de llevarlo encima y afirmo, las ilusiones no son las mismas, están viejas, moribundas, han perdido por el camino el nombre. Ya no te quiero, lo he decidido después de haberme llevado tantas veces tu silencio a mi guarida. Ya no me sirve lo poco que me das, tal vez tarde, ya lo se, me haya dado cuenta de lo lejos que estás realmente, ya mi deseo no es suficientemente grande como para alcanzar tu mano como antes, por mucho que quiera extenderla, no llego. Cuantas veces te hubiera cogido por la espalda y te hubiera encadenado a esta vida, cuantas veces hubiera cometido el error de hacerlo. El tiempo pasa y este cuerpo se resiste en la espera, y no distingo ya si vale la pena cerrarle la puerta a todo aquel que se atreva a entrar mas allá de donde tus huellas se han posado, y me aburre tremendamente imaginarme esperando, porque eso es lo que he hecho todo este tiempo, engañarme creyéndome sumido en una espera. Procurare tirar la llave que me cierra el pecho, perderla un tiempo, dar tumbos por las calles y lastimarme al hacerlo, dejar el corazón de par en par. Y sigo aquí, dispuesto a darlo todo por momentos, a salirme de mis cabales, a perder el rumbo para volverlo a encontrar. De todos modos no hay misterio, lo bueno, lo malo; no importa "Nada dura para siempre, ni siquiera la fría lluvia de Noviembre"